El plasma es un estado de agregación de la materia que se caracteriza por presentar efectos colectivos.
El psicoanálisis, en cuanto a categoría, es de difícil, sino un imposible en su delimitación, dada su naturaleza misma, categóricamente se podría trazar un eje sobre su campo a modo de desenhebrar algunos pensamientos en torno a esté. Así se podría abordar en base a una dirección, como discurso, mas esto no significa, que tenga consecuencias univocas.
Dirección que muestra un anudamiento en cuanto a las relaciones del psicoanálisis con otros discursos sociales, tratando específicamente algunos de sus debates más acalorados en cuanto a sus críticas, a partir y por la escuela francesa.
Si bien este eje nos muestra esta dirección en cuanto a los anudamientos psicoanálisis – lazos sociales, otro eje, el metodológico nos muestra un nodo, bajo el cual se instaura no solo la importancia de estos lazos, sino su indispensabilidad y su propia estructuración para el propio psicoanálisis, de esta manera dichos lazos se vuelven imprescindibles.
El psicoanálisis en su eje discursivo, surge en el conjunto de un cuestionamiento sobre la disociación de los elementos sujeto – objeto, en cuanto el primero presenta una relación de “saber” sobre el segundo, cuestionamiento que descoloca tanto a uno como a otro y en dicha relación. Sigmund Freud en: “Psicología de las masas y análisis del yo”, nos presenta un aforismo suspicaz, y de consecuencias exponenciales:
“En la vida anímica del individuo, el otro cuenta, con total regularidad, como modelo, como objeto, como auxiliar y como enemigo y por eso desde el comienzo mismo la psicología individual es simultáneamente psicología social en este sentido más lato, pero enteramente legítimo.” (Freud. 1921. P. 67).
Base a esto, los alumnos del padre del psicoanálisis, con efecto retroactivo a las críticas posteriores, muestran un sesgo sobre la delimitación en el campo de acción, de un uno a uno y en la direccionalidad vertical de individuo –sociedad, quedando limitado las redes que implican y su dialéctica.
En una conversación entre Alain Badiu y Michel Foucault del 65, este último puntualiza la importancia del inconsciente Freudiano, dándole énfasis a esta convergencia ya no solo del individuo a la sociedad, sino como esta última ejerce acción sobre este primero, “a partir de Freud todas las ciencias humanas, se convirtieron, de una u otra manera, en ciencias de la psique.” (Michel Foucault. 2013. P. 42).
Esto implica una desarticulación en primera instancia del uno a uno, no sin quitarle su propia importancia, sino viendo otra dimensión de esto mismo, es decir que mientras se leía al inconsciente freudiano como una articulación de dispositivos donde el otro (en minúscula) se modulara como un objeto de pasiones, deseos, etc., o aun a un estilo de partituras de mecanismos, denomínese “identificación”, “proyección”, en su sentido más burdo se dejaba de lado como el otro implicaba una acción dentro del individuo.
Puntualizando que el otro, no se muestra en esa relación univoca sino como multifactorial, en tanto ejecuciones como en formaciones, otro no como uno sino como mundo (una red/ un risoma), y ahora, ya no solo como el individuo se implicaba en el mundo-otro, sino como el otro, en tanto mundo se implicaba en el uno. En este sentido el inconsciente freudiano muestra la relación sujeto objeto no como dos cosas indistintas, sino en una serie de factores que hacen del sujeto algo implicado en el mismo objeto, y que en el objeto está la lectura del propio sujeto.
Con ello la disociación sujeto-objeto no solo se implica en la determinación a lo que el sujeto mismo como objeto se denota, sino en la relación a cualquier otro objeto en tanto su saber implica una lectura, y eh allí la importancia de una “rupturas” del inconsciente freudiano a nivel epistemológico.

Ahora a partir de los textos Freudianos se tienen lecturas que van encaminadas a posicionar la importancia de esta “ruptura epistemológica”, como lo es la formalización del psicoanalista francés Jaques Lacan, mostrando tanto la exegesis como la semiología de la hermenéutica en la comprensión de dicha relación.
Mas no por ello esta lectura es exenta de críticas, siendo una de las más asiduas, la prudencia con la que se manejan diferentes autores, con respecto al posicionamiento del psicoanalista francés en referencia al estructuralismo.
Criticas por el mismo Michel Foucault y a la que se agregan las elaboradas aportaciones por la dupla Guattari / Deleuze. Criticas que señalan la ponderación del campo de la lingüística, así como a la totalidad que queda implicada y velada en una determinación estructural, pese a los aparatos argumentativos a los que se acceda en forma de ortopedia.
Yendo un paso más, las criticas si bien tienen una argumentación valida, cuesta trabajo acceder a ellas en una plenitud, dada la ambigüedad conceptual en el aparato estructural, a saber, la semiología, en cuanto al desarrollo del aparato crítico del mismo psicoanálisis, más esto no debe de dejar de lado las precisiones como en lo referente al uso de una semiología por aparatos “ideológicos” por decir menos, pero que no entren en un sentido contradictorio, por más laxo que parezca.
Pretenden permanecer en el campo de lo “simbólico” y consideran que la realidad de las situaciones, todo lo que “hace la diferencia” desde el punto de vista de las estratificaciones sociales y de la materialidad de los modos de expresión y de producción no interfieren de manera esencial con su campo». (Guattari.2013. p,22)
En consecuencia, el psicoanálisis, tendrá que hacer frente no solo a las críticas parciales, ajenas a su propia sustentabilidad, sino retomar de ellas lo valido en su propio discurso, siendo su propio método el cual debe de aplicarse a sí mismo, para hacer frente a las “discontinuidades”, que lo encausan para poder ser un discurso otro, frente a la época.
Precisando que como discurso en referencia de una ruptura epistemológica, el campo del psicoanálisis tendrá que hacer frente de todo lo que a partir de dicha ruptura surja, críticas que no podrían pensarse ni con, ni sin él mismo, eh ahí el anudamiento a todo lo que como discurso nos muestra con otros discursos, como lazo social, no solo de manera aparente y consecuente, sino fundamentalmente.
Si bien en uno de los últimos puntos, se muestra el hecho de la aplicación del propio método psicoanalítico al mismo psicoanálisis, esto da apertura para elucidar algunas cuestiones. Esta aplicación no es artificial, sino más bien algo consustancial, de lo que, a pesar de poder tener diferentes ejes, o direcciones viene enmarcado dentro de su propio campo.
Metodológicamente el psicoanálisis se sostiene en el dispositivo analítico, dispositivo en el que es imprescindible la relación entre el analista y el analizante, relación que lleva connotada un lazo, el lazo transferencial, y que no es sino, un amor transferencia.
Este lazo transferencial, es lo que sustenta el análisis mismo, pero ahora desde una perspectiva ectópica del dispositivo, este lazo sigue manteniéndose dentro del mismo psicoanálisis, pues es su propia sustancia, es decir, que se muestra en un lazo transferencial con otros campos.
Así como epistemológicamente da sustento en la dirección a otros campos, su propia argumentación hace que el mismo psicoanálisis, por principio deba de estar en lazo con otros, y no solo en un delirio psi cotizante. Este lazo, en tanto un lazo de amor, abre aperturas, a lo sublime, con el arte, lo social, la literatura, etc.
Pero habrá que dar un paso más, será acaso que, retomando la lectura de uno de los últimos seminarios de Lacan, específicamente el 23, este lazo no solo sea dentro de un registro metodológico, sino de producción, más allá de una sublimación, sino que le sea necesario al psicoanálisis hacer Sinthome, hacer del lazo social un Sinthome, cuestiones que devendrán en pensamiento.
Referencias.
- FOUCAULT M. ¿Qué es usted profesor Foucault? Siglo XXI. Argentina. 2013.
- FREUD. S. Más allá del principio del placer. Psicología de las masas y análisis del yo y otras obras. Tomo XVIII. Amorrortu. Argentina 1997.
- FELIX. G. Líneas de Fuga. Cactus. Argentina. 2013.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.