Nota: Una escritura que se habla y una lectura que se escucha 

por


En 1960, Lacan escribe que «El inconsciente es lo que decimos»[1], y siguiendo a Freud, podríamos insistir que es lo-que-decimos-de-lo-que-se-ha-escrito sobre una superficie que está en otra escena (Schauplatz). Por eso puntuamos que será necesario considerar que la escritura ha sido parte del psicoanálisis incluso desde su fundación, producto de aquellas reflexiones iniciales ubicadas ya en el bosquejo de psicología «Entwurf einer Psychologie»[2].  Entonces la escritura como sostén (« Pero la escritura, no el lenguaje, la escritura da hueso a todos los goces que, por el discurso, se confirman abrirse al ser hablante»[3]) y articulación («La cual no es nunca simple “inscripción”, […] sino algo que se articula como hueso cuya carne sería el lenguaje»). Marcas de la historia en el individuo que podrían cifrarse y luego descifrarse en análisis. Un cifrado sí, pero que se aleja de una interpretación hermenéutica, pues en todo caso a propósito del sentido, «la experiencia analítica no apunta a consolidarlo ni rectificarlo, ofreciendo uno nuevo y más consistente, sino a desplazarlo, a levantar su peso de lastre a denunciarlo en su sospechosa pretensión de saturación de la relación del sujeto con la verdad que habla»[4], y de la cual se habla pero desde lo inscrito.

Por eso Freud escribiría en Alemán «Bahnung» dentro de su «Bosquejo de psicología». Concepto que ha sido traducido como «grado de facilitación»[5] y que sin embargo hablamos de un marcaje, un abrirse paso, una especie de trazo que permite entender que, vivir es también ser escrito, considerar entonces la importancia, de no sólo ser marcados, no sólo tener marcas, sino de poder hacer trazos que permitan establecer —en consonancia con el concepto freudiano— la importancia de la escritura. Así, siendo fiel a su maestro, Lacan retoma desde muy temprano que «el inconsciente es un concepto forjado sobre el rastro de lo que opera para constituir al sujeto»[6]. Y nosotros preguntamos: ¿”rastro”?[7], o más precisamente “trazo” que adviene a partir de abrir camino: «Bahnung». Y por eso en Lacan —ahora decimos— se podrá leer «trace» (L’inconscient est un concept forgé sur la trace), desde otro lugar, a saber, el lugar de trazo, —o más precisamente, una escritura, ahí donde antes era ignorada:

«Depuis un système de traces fonctionnant selon un modèle que Freud aurait voulu naturel et dont l’écriture est parfaitement absente, on s’oriente vers une configuration de traces qu’on ne peut plus représenter que par la structure et le fonctionnement d’une écriture».[8] 

Trazos que sólo pueden ser representados por la estructura y el funcionamiento de una escritura, que no surge, sino que antecede al sujeto —lo sepa o no—, y que no está cerrada (Lock), sino que inacabada e inagotable, se abre (unLock)[9] paso (Bahnung) a lo maravilloso (wunderblock)[10]. Pero habrá que decir, ni hoja de papel, ni pizarra, ni siquiera fotografía para pensar dicha inscripción que no es posible reproducir, pues no habría otra igual. Ya desde entonces, Freud insistiendo en el peligro de la reproductividad técnica, que una década después Benjamin señalaría: «la técnica reproductiva desvincula lo reproducido del ámbito de la tradición»[11]. De ahí la importancia de la diacronía, pues en ese sentido la tecnología es anterior. Y es que si siguiéramos la metáfora de la hoja de papel, ésta se agotaría al cabo de algún tiempo, pues implica una superficie agotable que escribiría permanentemente pero de la cuál necesitaríamos más y más hojas para llevar a cabo la escritura; por otro lado, en el caso de la tiza o el plumón frente a una pizarra, incluímos ahora una capacidad ilimitada, de la que la borradura sería entonces permanente. Por eso en Freud, aparece la idea de que es posible pensar nuestro aparato psíquico como un wunderblock, que permite «ofrecernos las dos cosas: una superficie receptora siempre pronta y huellas permanentes de las anotaciones hechas»[12].

Anotaciones que ya hemos precisado, surgen del otro. Y quizá por eso ya Saal, a propósito de la película «Libro para ver, filme para escribir», nos dirá que: «Siempre estamos ya escritos, por los deseos del otro, por los sueños que al soñarnos nos hicieron lo que somos y que nos ofrecen esta vida que llamamos propia a falta de mejor nombre»[13]. ¿Qué escritura es esa?, por supuesto, no nos referimos a las grafías de las palabras, o de la escritura en sí misma tal como lo hacemos en este texto, sino de aquellos trazos que nos permiten hablar de la escrituración del sujeto deseante, un «cuerpo articulado a la inscripción, escrituración del sujeto deseante, donde el cuerpo puede ser blanco de las incidencias del Otro»[14], y más precisamente del Otro del lenguaje. Y aquí, abriendo camino para cerrar la nota, podemos decir ahora, que es en análisis, donde es posible consolidar una escritura que se habla y una lectura que se escucha[15], y con ello, algo puede  advenir: «it possible for the subject to transform the way in which he is being subjected to power and to modify the subject’s constitutive alienation from imaginary and symbolic identifications—but never to be emancipated from them»[16]. 

Notas y Referencias

  1.  Lacan, J. (1960) Posición del inconsciente. En J. Lacan, Escritos 2. Siglo XXI, p. 808.
  2. Freud, S. (1895 [1950]) Proyecto de una psicología para neurólogos. En Sigmund Freud, Sigmund Freud: Obras completas. FrontPage Publishing. Edición de Kindle, p. 398.
  3. Lacan, J. (1971) Notas preparatorias para la 9ª sesión del seminario de Un discurso que no sería (del) semblante. Establecimiento del texto, traducción y notas: R. E. Rodríguez Ponte. (Inédito). Escuela Freudiana de Buenos Aires, p. 9.
  4. Braunstein, N. A. (2006) El goce: Un concepto lacaniano (2ª ed.). Siglo XXI, p. 187.
  5. Una clara denuncia que lleva a cabo Sergio Rodia en su conferencia titulada “Derrida y el Psicoanálisis: Rodia, S., & Medina, C. (Presentador & Moderador). (2020, julio 24). Derrida y el psicoanálisis [Videoconferencia]. Círculo Psicoanalítico Mexicano.
  6. Lacan, J. (1960) Posición del Inconsciente. En J. Lacan, Escritos 2, Siglo XXI, p. 809. Cursiva nuestra.
  7. El texto original aparece en francés como: “L’inconscient est un concept forgé sur la trace de ce qui opère pour constituer le sujet» Tomado de:  Lacan, J. (1966) Posición del inconsciente en el Congreso de Bonneval retomada de 1960 en 1964 (Versión crítica) En J. Lacan, Écrits. Éditions du Seuil, p. 829-850. Versión bilingüe. Establecimiento del texto, traducción y notas: Ricardo E. Rodríguez Ponte. Escuela Freudiana de Buenos Aires, p. 5.
  8. Derrida, J. (1967) L’écriture et la différence. Éditions du Seuil, p. 297.
  9. Sobra decir el juego de palabras entre el verbo inglés y el filósofo Inglés.
  10. Freud, S. (1925) El «Block» Maravilloso 1924 [1925]. En Sigmund Freud: Obras Completas (Spanish Edition) FrontPage Publishing. Edición de Kindle, p. 4933.
  11. Benjamin, W. (1936). La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica. En W. Benjamin, Discursos interrumpidos I. Taurus, 1989, p.3.
  12. Freud, S. (1925) El «Block» Maravilloso 1924 [1925]. En Sigmund Freud: Obras Completas (Spanish Edition) FrontPage Publishing. Edición de Kindle, p. 4935. 
  13. Saal, F. (1995). Greenaway: Un Libro Para Ver, Un Filme Para Escribir. En F. Saal (Autora), Palabra de Analista. Siglo XXI Editores, p. 85.
  14. Donzis, L (2014) Jugar, dibujar, escribir Psicoanálisis con niños (2.ª ed.). Escuela Freudiana de Buenos Aires, p. 114.
  15. Aquí se puede identificar una referencia a una conferencia de Lacan, donde insiste: «Escribir es diferente de hablar. Leer es diferente de escuchar», en Lacan, J. (1975) Conferencias y charlas en universidades norteamericanas: Charla en Yale University, 24 de noviembre de 1975. Establecimiento del texto, traducción y notas: Ricardo E. Rodríguez Ponte. Escuela Freudiana de Buenos Aires, p. 37. 
  16. Gómez Camarena, C., & Juárez-Salazar, E. M. (2022). Chapter 17. Politics. In C. Soto van der Plas, E. M. Juárez-Salazar, C. Gómez Camarena, & D. Pavón-Cuéllar (Eds.), The Marx through Lacan Vocabulary: A Compass for Libidinal and Political Economies. Routledge, p. 171.

Contacto: angel.garez@gmail.com
Arte: Javier Marín
De cabeza (2v), 2018
Bronce a la cera perdida con baño de oro
Edición de 8

Comentarios

Deja una respuesta